Reforma en Toledo: drenaje perimetral en un chalet

Hoy os vamos a hablar de una reforma en Toledo que hicimos hace un tiempo. Se trata de un drenaje perimetral en un chalet en Toledo que tenía unas importantes humedades.

Debido a las deficiencias en la construcción (como en muchas de las viviendas de este país), al no tener un buen aislamiento, en épocas de fuertes lluvias todo el agua que recogía la parcela proveniente también de las parcelas colindantes era absorbido por los cimientos (losa autoportante en este caso) e incluso por debajo de estos. Esto hacía que las paredes absorbieran toda esta humedad. Había que idear un sistema para eliminar humedades.

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En esta foto podeis ver el estado de las habitaciones en las que el agua llegaba hasta la mitad de la pared

A esto se sumaba que la casa tiene dos canalones, uno en la parte delantera y otro en la trasera, que recogen todo el agua de un tejado a dos aguas de unos 150 metros cuadrados. Os podeis hacer a la idea de los litros de agua que caen por esos canalones cuando hay fuertes lluvias. Pues bien, esos canalones dejaban todo el agua a escaso metro y medio de las paredes de la vivienda lo que hacía que sea acumulara aún más agua en las inmediaciones.

Dicho esto, estaba claro que lo que había que hacer era evitar que el agua llegase a tocar la losa y para ello debíamos hacer un drenaje a lo largo de todo el perímetro de la casa. Anteriormente, el propietario ya había pedido a la constructora que se lo arreglasen ante lo cual hicieron pequeños drenajes que sí, funcionaban cuando caía algo de agua, pero en cuanto venían lluvias un poco más abundantes no servían para nada. Había que hacer un drenaje en condiciones.

Lo primero que hicimos fue una zanja de metro y medio de fondo por un metro de ancho. Teníamos que llegar muy abajo para evitar que el agua entrase por debajo de la losa autoportante que es lo que ocurría con los drenajes «chapuza» que habían hecho antes.

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Zanja de 1,5 metros de fondo por 1 metro de ancho a lo largo de todo el perímetro

Pues bien, nuestra sorpresa fue que cuando descubrimos la zanja nos encontramos con que la tela asfáltica que debía cubrir toda  la losa sólo llegaba a unos 20 centímetros de la misma, con lo cual os podeis imaginar lo que aislaba… Había que poner un aislante que evitara que el agua llegase a tocar los cimientos y que recogiera todo ese agua que antes entraba por debajo de la losa y la canalizara fuera de la casa.

Una vez hecha la zanja había que darle caída para conseguir canalizar todo el agua recogida, como decíamos, fuera de la casa. Para ello hicimos una cama de hormigon con caída hacia una arqueta. No disponíamos de dicha arqueta (el chalet tenía dos arquetas para las aguas residuales del baño que no podíamos utilizar) por lo que también tuvimos que hacerla. Pero hicimos una arqueta en condiciones, de 60×60 cm. Y desde esta arqueta canalizaríamos el agua recogida hasta la arqueta principal de residuos de la casa ya pegada a la calle.

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Cama de hormigón y construcción de arqueta para drenaje al exterior

Ya teníamos la zanja, ya teníamos hecha la caída hacía la arqueta que tambien hicimos y ahora había que aislar todo el circuito. Para ello utilizamos una lona impermeabilizante de 1,5mm de grosor. El agua tendría que utilizar un cuchillo para atravesarla!! jeje… Pusimos la lona de manera que cubriese toda la zanza, de forma que fuese imposible que el agua tocara ni el terreno ni la losa.

Una vez impermeabilizado nuestro drenaje teníamos que canalizar el agua recogida hacía la arqueta que habíamos hecho anteriormente. Para ello utilizamos un tubo drenante de 200 (milímetros de diámetro) el cual recubrimos con una malla geotextil para evitar que los agujeros del mismo quedaran tapados por tierra que pudiera caer.

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Lona impermeabilizante y tubo drenante para canalizar el agua de lluvia

Pues bien, ya sólo nos quedaba tapar nuestro drenaje para lo que rellenamos toda la zanja con grava para hormigón. Con esto conseguiríamos un drenaje perfecto desde el terreno hasta el tubo drenante evitando también la entrada de tierra hacia el mismo.

Además del drenaje perimetral también canalizamos el agua que vertían los canalones, como decíamos antes muy cerca de la casa. Hicimos una canalización subterránea hacia la nueva arqueta. Con esto evitaríamos que todo el agua del gran tejado se vertiese junto a los cimientos.

Y eso es todo, ¡que no es poco!. La obra nos llevó una semana de trabajo y nuestro cliente está más que satisfecho puesto que en 3 años no ha vuelto a tener una sóla humedad en la vivienda. Así quedó todo:

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Drenaje perimetral a falta de detalles estéticos

Si tú también tienes problemas de humedades en tu vivienda y no sabes cómo solucionarlos, consúltanos. Nos acercaremos a tu casa para evaluar la obra. Rellena el formulario que ves abajo y te daremos presupuesto sin compromiso.

 

 

 

Un comentario en “Reforma en Toledo: drenaje perimetral en un chalet

  1. Me parece un buen sistema. Tengo humedades en mi chalet desde hace tiempo y no sé cómo eliminarlas, ya he probado un montón de cosas y no han dado resultado. Lo mio tambien es un chalet y yo creo que va chupando el agua que va cogiendo el terreno por abajo… creeis que esto me puede funcionar? Es en Madrid, podriais venir a verlo?

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